La medición del nivel de humedad en un entorno industrial es crucial. No solo contribuye al ahorro de energía, sino que también mejora la calidad del producto final en las instalaciones y procesos industriales. Y es que, cuando los niveles de humedad son óptimos, incluso la calidad del aire interior se beneficia.

De hecho, especialistas advierten que el contenido de humedad, ya sea excesivo o insuficiente, puede afectar negativamente las propiedades físicas de los materiales. Por lo tanto, en diversas industrias, medir el contenido de agua en sustancias es fundamental, ya que permite evaluar la calidad, ajustar los procesos de fabricación y garantizar que los productos cumplan con las normas y directrices establecidas.

¿Qué es la humedad en entornos de producción?

Se refiere a la cantidad de vapor de agua presente en el aire. Este factor es crítico, puesto que influye significativamente en la calidad y eficiencia de los procesos productivos. Por consiguiente, el monitoreo y la regulación de la humedad son esenciales para mantener las condiciones ideales de operación.

Los principales factores que afectan la humedad son la temperatura y la presión atmosférica. Con un incremento en la temperatura, la capacidad del aire para albergar vapor de agua se eleva, resultando en una disminución de la humedad relativa si la cantidad de vapor permanece inalterada. Inversamente, variaciones en la presión atmosférica pueden alterar la humedad del aire, impactando así la producción.

Ahora bien, ¿qué es la humedad relativa?

La humedad relativa es el porcentaje de presión de vapor presente en el aire en relación con la presión máxima que el aire puede contener a una temperatura específica. Este valor se expresa en porcentaje (%) y es el método más común para medir los niveles de humedad en el ambiente.

Es importante destacar que la humedad relativa no está relacionada con los líquidos empleados en procesos de producción. Más bien, se refiere a la proporción de vapor de agua en el aire comparado con la cantidad total que podría existir a una temperatura dada. En otras palabras, es una medida de cuán saturado está el aire con vapor de agua, lo cual es crucial para comprender y controlar las condiciones ambientales en diversos contextos.

Los rangos de humedad relativa se clasifican de la siguiente manera:

  • Alta: 70-100%, condiciones que pueden favorecer la formación de condensación y moho.
  • Media: 40-70%, ideal para la mayoría de los ambientes de trabajo y almacenamiento.
  • Baja: 0-40%, puede ser necesaria para procesos que requieren un ambiente seco.

Problemas que la humedad puede provocar en entornos de producción 

Los problemas con la humedad dependerán de las instalaciones y el equipo con el que se cuente en cada una de ellas, así como en los procesos y productos que se manejen dentro. Mientras que la condensación puede ser un problema en algunos sitios, en otros la maquinaria eléctrica está expuesta a la humedad, lo que invariablemente producirá corrosión y conlleva un riesgo de seguridad debido al riesgo de cortocircuitos en los equipos.

Además, los productos también pueden resultar dañados y verse afectados. Esto puede impactar la productividad de la planta, ya que un exceso de humedad puede retrasar el proceso de secado del producto, lo que a su vez afecta la eficiencia operativa.

¿La humedad afecta la salud de los trabajadores?

La influencia de la humedad en la salud de los trabajadores es innegable, por lo que un manejo óptimo de la humedad ambiental es crucial para evitar la proliferación de microorganismos y asegurar un espacio laboral seguro y propicio para la salud.

Por ejemplo, la baja humedad del aire puede provocar irritación en las vías respiratorias, debilitando la resistencia del organismo a infecciones y aumentando el riesgo de contagio de enfermedades respiratorias.

Por otro lado, niveles extremadamente altos de humedad pueden dificultar la respiración, tornar más agotadoras las actividades físicas cotidianas y afectar el bienestar general de los trabajadores.

Asimismo, los altos niveles de humedad pueden propiciar la proliferación de hongos, ácaros y otras plagas, lo que puede ocasionar daños a la salud y la productividad de los empleados.

Importancia del control de la humedad en entornos de producción

Controlar la humedad es crucial por varias razones:

Preservación de la calidad del producto

En industrias como la alimentaria y la textil, asegura la textura adecuada de los productos y previene problemas como la sequedad o la carga estática.

Optimización de procesos de fabricación

En la fabricación de productos farmacéuticos y papel, facilita la manipulación y procesamiento de materiales, contribuyendo a la eficiencia y calidad del producto final.

Eficiencia energética 

Mantener niveles adecuados de humedad puede reducir la necesidad de refrigeración en procesos con altas temperaturas, disminuyendo costos operativos y la huella de carbono.

Tecnologías para el control de la humedad en entornos de producción 

Las tecnologías de vanguardia para la gestión de la humedad son fundamentales en una amplia gama de sectores industriales y entornos controlados. Estas soluciones avanzadas son vitales para asegurar niveles de humedad ideales, lo que repercute directamente en la calidad del producto final, la eficiencia energética y el confort ambiental. Dentro del espectro de estas tecnologías, destacamos:

  • Humidificadores de aire: estos dispositivos garantizan un control exacto de la humedad relativa del aire. Operan mediante diversas fuentes de energía, incluyendo vapor industrial, electricidad o fluidos térmicos.
  • Deshumidificadores de aire: emplean rotores desecantes, como el gel de sílice, para absorber eficazmente el vapor de agua, manteniendo así un ambiente seco y controlado.
  • Enfriadores evaporativos: utilizan el principio de evaporación para enfriar el aire. Este método ecológico permite un intercambio de calor eficiente entre el aire y el agua, ideal para climas secos.

Finalmente, el ciclo higroscópico se presenta como una alternativa prometedora en este ámbito, ya que esta tecnología controla la humedad en entornos mediante un proceso termodinámico específico. 

Funciona con una corriente de reflujo de enfriamiento que contiene compuestos higroscópicos. Estos compuestos absorben y condensan el vapor de agua, manteniendo así un ambiente controlado. 

Conclusión

En entornos de producción, el control preciso de la humedad es crucial para asegurar la calidad del producto, optimizar los procesos y mejorar la eficiencia energética. Por lo tanto, invertir en soluciones tecnológicas avanzadas que monitoreen y regulen los niveles de humedad, como el ciclo higroscópico, se vuelve fundamental en la industria moderna. Estas medidas no solo ayudan a enfrentar los desafíos asociados, sino también a promover operaciones más efectivas y sostenibles.