La TECNOLOGÍA DEL CICLO RUBIO (RCT) produce electricidad aprovechando fuentes térmicas de baja temperatura (a partir de 25ºC).
La tecnología RCT aprovecha el calor residual (energía térmica) de cualquier fluido (tanto en estado líquido como gas) que se encuentre por encima de los 25ºC para generar energía eléctrica renovable, gestionable, distribuida, de fácil implantación, segura, de muy bajo impacto ambiental y a precios competitivos con las actuales energías renovables.